sábado, 16 de junio de 2007

Los Martes (Cuento) - Enero de 2005



Por Cristian Ponce.-

¡Crack!

- ... por aquí, adelante.
- Está seguro? parece muy estrecho... y creo que aún hay alguien ahí dentro.
- Siempre da un poquito de cosa meterse por esos lados, pero pase con confianza. Y por el otro no se preocupe, creo que murió anoche.
- Hm, se siente bien...

Miércoles.

Hoy desperté decidido a "relanzarme", como hacen las editoriales de cómics con sus continuos #1's. Nuevo diseño, nuevos personajes y aventuras.
Junté los proyectos atrasados que rondaban por toda la casa, varios cuentos sin acabar (todos los cuentos estaban sin acabar, y eran varios, eso quise decir). Los ojeé un poco. Apenas. Ninguno sonaba a mío, ninguno olía a mío. Nada que yo fuese a escribir. Arrugué las hojas de papel que los mantenían vivos y todos juntos fueron a parar al tacho. Una bolsa de supermercado llena de pelotas de papel mecanografiadas que fingían prosa de calidad, y la fingían mal.
¡Asombroso #1!¡Ya disponible en tu kiosco!

Jueves.

Hoy comencé a escribir un cuento nuevo. Una vez me hube despojado de aquellos frustrantes trabajos a medio hacer pude sentirme libre de crear lo que quisiera. Jamás acabo nada, pero esta vez me siento distinto, ya lo dije. Repito, ayer fue un gran día.
Definitivamente fue empezar de nuevo. Pienso en los días pasados, en los últimos 7, 14, 21 días. No puedo creer que a veces me comporte de esa forma. Como un paja, quiero decir. Pero ahora todo está en funcionamiento otra vez, la vieja maquina literaria está engrasada y lista para trabajar de nuevo. ¿Quien sabe? Quizás hasta pueda mandarlo a algún lado, podría volver a escribir a tiempo completo y dejar este trabajo apestoso que tengo.
Los premios. Eso fue hace mucho, aún era yo todo el tiempo... sea lo que sea que eso significa, algo tan intangible como una incómoda sensación de escosor delante de la nuca.

...

Anoche, encontré una hoja de papel que no había arrojado al tacho. Decía "Los martes". Es un buen título, supongo. Debajo de él comencé a escribir mi nueva historia. Se siente bien estar de nuevo en camino.

Viernes.

Continúo con mi proceso de renovación definitiva. Ya me cae peor el que fui, bastante mas. Desde el mismo miércoles que ella no para de llamar, solo que ahora ya no contesto. ¡Nuevos personajes dije! ¿tengo que gritarlo todo para que esté claro?.
Fuera del trabajo (que siempre se me antoja insoportable), el día de hoy se destacó por dos cosas. La primera y mas importante es que seguí escribiendo a muy buen ritmo (ok, el ritmo que puedo lograr en las dos horas que me quedan para "esparcirme" al volver de trabajar y antes de la cena). Creo que es algo bueno. Estoy escribiendo como de pendejo, cuando me gustaba escribir. Antes de que todo tuviera que significar algo. Escribir lo que te saliera, y siempre era algo bueno.
La otra cosa es que conocí a alguien. Finalmente los "lectores" están comprando mis nuevos cómics. Pasé los primeros números de introducción y ya estamos listos para la remesa sentimental. Mientras el teléfono con sabor a aquella otra comienza a sonar menos.

...

Encontré un cuento. Muy viejo. La letra es mía, de hace unos años, pero no recuerdo haberlo escrito. Estuve a punto de tirarlo a la basura, pero me detuve. Y es que hay algo un poco extraño al respecto, se llama "Los martes". También.

Sábado.

Leí "Los Martes" de principio a fin, unas seis veces. No parece mío. La historia es muy trillada, escrita en primera persona. ¡Yo no escribo tan mal! Y nunca en primera persona, solo los diarios. No llega a inquietarme, es mas, pienso que quizás lo escribí en la secundaria o durante mi intento universitario, y entonces hacía muchos tipos de cosas de las que preferí olvidarme. Lo extraño es que haya “sobrevivido” hasta hoy. Generalmente tiro todo a media semana. Todo.
Ahora pienso que mi "relanzamiento", igual que en los cómics (una vez mas), pasa casi demasiado. Pero siempre vuelvo a la numeración original. Al fracaso, a las historias chatas. A las mismas aventuras insípidas en la cola para pagar las compras o la carrera al kiosco el fin de semana para ver qué hay de nuevo. Pensé que esta vez sería distinto. Me sentía fuerte y nuevo realmente. Tan solo me estoy repitiendo.

...

Quizás algo es distinto. El cuento, es muy bueno. No recuerdo haber mantenido la atención en algo durante tanto tiempo. Además, bueno, hoy volví a verla. A ella.
Hoy hablamos. Fue bueno encontrarla en el video porque resultó fácil comenzar a hablarle y quedarme con algo mas que esa sonrisa (Que de todas formas me alcanzaba para dos o tres vidas). Resultó que es medio prima de un compañero de trabajo, lo que en realidad no es nada. Cambiamos números de teléfono para intercambiar las películas mañana. Me siento con suerte... o por lo menos voy a ver dos videos al precio de uno.

Domingo.

Volví a leer "Los martes", el original, quizás 3 o 4 veces mas. ¿Porqué no lo recuerdo? No tengo buena memoria, nunca la tuve. A veces pienso que solo recuerdo lo esencial. El manual de instrucciones de como ser Yo. Lo mas incomodo es estar escribiendo ahora un cuento con el mismo nombre. Es distinto, claro, esto es mío, es mi cuento. El resto no lo era, por eso acabó donde acabó. No es sumamente extraño, claro, la hoja donde comencé a escribir el nuevo relato puede haber sobrevivido a mis crisis artísticas desde el mismo instante que el otro cuento. No es extraño sino sumamente irregular.
En mas de una ocasión “vacié” por completo mi casa. Todo a la basura. Insisto, es por completo fuera de lo común. Además está esa sensación en la parte baje de a cabeza, en algún lugar en medio. Abajo. La parte de delante de la nuca. No saldría hoy si no fuese porque voy a verla a ella.
La novia del otro, del que era y no pienso volver a ser, parece haberse cansado de llamar y llamar. Hoy, de hecho, pensé mucho en ella. No por que la extrañe, para nada. Es que no puedo recordar qué le vi, al principio. Se que ha sido así desde hace semanas, está en mi manual, pero es que simplemente no lo concibo, que yo hubiese amado a alguien asi. Y sí se supone que la amé, está en los registros, en toda la casa.
Es como con los cuentos, ella es tan mía como los cuentos que tiré a la basura el martes. .. el miércoles.

...

Cambiamos de películas. Finalmente ella salió ganando porque yo ya había visto las dos, pero me gustó que fuera así, que ganara ella. Nos encontramos a una cuadra del video, si alguno no llegaba cada uno devolvía lo suyo y listo. Pero sí estuvimos. Después dimos un paseo, hablamos de cine y de música. En realidad no tenemos mucho en común, pero fue agradable lo mismo. Al regreso había un mensaje de la novia del que fui, el último que escuché.

...

Lo entendí...

Lunes.

"Los martes", el cuento que escribí pero que no recuerdo haber escrito, trata sobre mi (al menos está escrito en 1º persona). Comienza como un pesado melodrama, algo suicida, algo que (debo decirlo) me resulta mas familiar que otras cosas mas recientes. Para el tipo este del cuento (para mi, supuestamente) todos los días son martes, y los martes apestan. Los martes es cuando la ve y no dice nada. Los martes es cuando va a clase sin nada escrito. Los martes es cuando llega mas tarde a almorzar y descubre a sus compañeros burlándose de como camina. El jorobadito, casi siempre encorvado, sin querer que lo vea ni Dios. Los martes es cuando quiere que pare, y pueda bajarse, y que otro siga en su lugar. Otro que tenga ganas de seguir.
El cuento es muy largo. Parece alguna especie de "cadáver exquisito", porque las voces y los estilos cambian cada dos o tres párrafos. A veces se vuelve un dramón insoportable, otras cobra un estilo mas irreverente y divertido. Parece algo que tomó trabajo escribir. La historia sigue justo después del ultimo martes (nunca mas los hay). Sin buscar su muerte ni mucho menos, el protagonista (Yo, de nuevo) tropieza bajando una pequeña escalerita en la calle y se desnuca. ¡El cordón de la calle a un millón de kilómetros en contramano y el cable de la tele que se desconecta justo a tiempo!.
"Los martes", en este punto, se vuelve mas extraño que cualquier otra cosa que recuerde haber escrito. Y aun así creo que quise escribir esta misma historia que hoy no recuerdo haber concebido muchas mas veces de lo que la leí entre ayer y hoy. Aparece algún tipo de ser, un ángel o algo. "Yo" no estoy muerto, no aun. Pero tampoco quiero volver allí dentro, a mi cuerpo desnucado. Y entonces el ángel propone el cambio. "Yo" me despido para siempre, y mi cuerpo se transforma en el bonus, en una yapa para gentes que quieran pasarla otra rato por estos lares. Eso si, “otro rato” significa exactamente una semana. Y no lo recuerdan, cada vez, pero acaban yendo al mismo sitio. Siempre. Es una especie de café, frente a donde me saqué el cuello, el del cuento. Es un lugar muy oscuro, con una luz blanca que ilumina la entrada. El suelo afuera esta lleno de bichos.
Evidentemente, el relevo a quien correspondió acabar de contar la historia tenía poco y nada de gracia porque la cerró muy mal. "Los martes" termina con un par de líneas que no merecen el mas mínimo de seriedad, pero son estas y no otras las que me convencieron (por lo distintas, por lo groseramente mediocres, por lo "no mías") de que todo el asunto era verdad.

...

De pronto en algún lado, escondido, el manual de como ser yo me enseñó la vista del dichoso punto de encuentro. Donde cada vez vuelve este cuerpo, con el tipo aburrido o quizás ya muerto adentro. Recuerdo a los otros, quizás a los últimos tres o cuatro, el cuerpo los recuerda, y uds saben que no tiene buena memoria. No hacían nada. Se suponía que era escritores (frustrados pero escritores), es lo que decía que era su hobby en el manual sobre como ser yo. Nada.
Pero esta vez, digamos, caí bien. Me gusta esto. Se que quizás antes, quien fui verdaderamente, nunca tocó un libro. Pero ahora estoy acabando este cuento, el otro, que también se llama "Los martes", y que creo que es muy bueno. Y creo también que es algo para mí, para el que fue, para los que fueron y para el que será (quizás) pasado mañana.

Martes.

Quemé el "Los martes" original. Ya había entendido el mensaje. También le cambié el nombre al mío. "Los martes" me pareció un rótulo bastante espantoso, y como no había necesidad, preferí cambiarlo por "El Bostezo".
Por lo general, hacia este momento de la semana me veo muy mal. Los que estaban antes que yo, según entiendo, nunca llegaron con tan buen espíritu. Yo si, tengo mi cuento, aunque me preocupa no alcanzar a terminarlo antes de la noche. No se cuando se produzca el cambió, imagino que a medianoche o algo por el estilo. El cine y los cuentos no mienten. Esta noche, en unas horas, la serie será cancelada. Para mañana anuncian el relanzamiento ¡Espectacular #1!¡Coleccionable, ya a la venta!.
Pensé en si valía la pena hacer otra cosa que esperar. ¿Porqué quiero seguir en caso quererlo? Digamos que nada me retiene demasiado. No creo que extrañe a mis amigos, supongo que nunca tuve unos muy buenos. Lo de la chica de los videos es mas un capricho que un interés sincero, y quizás el que me siga prefiera volver con el espanto grosero que fue la novia del otro resto que estuvo antes de mi. Pero está el cuento ¡El cuento! Me preocupaba que quedase inconcluso, mi obra póstuma desde mas allá de la tumba. Tenía que terminarlo, ya no por nadie mas que por mi. Mi cuento.

...

Decidí ganar tiempo, escapar de un modo en que mi huida me permita, además, terminar de escribir "El bostezo". Hace un par de horas (ya son casi las nueve de la noche) tomé un colectivo. Ahora estoy lejos de casa y del dichoso punto de encuentro, supongo. El cuento está listo, pero necesito corregirlo, debe estar terminado. Como yo mando.

Miércoles.

Ya pasa de medianoche. El cuento está listo.

...

Cuando vi que el reloj seguía dando la hora después de las 12,10 y las 12,30 casi comienzo a reírme solo. Me detuvo ver a mi compañera de asiento finalmente dormida ¡Dios, como hablaba esa vieja! No sería yo el perpetrador de su vigilia.
Reconozco que todo el jueguito me puso nervioso, quizás hasta llegué a creérmelo un poco. Como sea, sirvió. Mi cuento está listo. Es miércoles y sigo con las mismas ganas. No habrá relanzamiento, seguiré con mi numeración original (El #517 creo, no?) y la frente bien alta. Volví a leer "El bostezo" una vez mas y le cambié el nombre de nuevo. Ahora es "Crónica de una semana", aunque lo mas probable es que mañana cambie una vez mas. Pero seré yo, por supuesto, quien lo cambié.
Ahora estoy cansando. Dormité un instante antes de que el colectivo parase en una estación de servicio. Algo sobre una goma baja, creo. Tuvimos que descender. Es extraño cómo el piso en las estaciones de servicio está siempre lleno de cascarudos ¿De donde salen?. Lo mejor es la atención, como todos te saludan cuan si te conocieran de siempre. Es el interior, siempre lo será, lo importante.

...

Parece que lo del colectivo da para largo. Termino mis anotaciones por hoy, el cuento no me dejó recursos gramaticales que me excusen de ser tan soso escribiendo. Es todo el buen diario que les dejo por hoy.
Comienza a entrar gente, parece que todo el colectivo se ha tele transportado dentro del barcito. Termino mi café y me voy a dormir.

Miércoles (otra vez)

El viento frío me despertó. El colectivo destartalado que tuvimos que tomar de regreso tenía fisuras por todas partes, pero fue un viaje agradable. Nunca llegué a destino, pero prefiero esto. De nuevo en casa. Darse un baño y a la cama. Hoy no voy a trabajar. Y si quieren que me echen.
En el taxi de regreso desde la estación ojee un par de cuentos. Nada que valga la pena. Otro miércoles de quema, pensé. Me molesta sonar tan pretencioso. No quiero que me lean y piensen que soy alguna clase de voz del mas allá. Lo ultimo que escribí (Aunque juraría que es de otro, alguien que se meaba en la cama de chico, por ejemplo) es definitivamente espantoso. "Crónica de una semana" ¡Já!, Qué título. Al menos tengo autocrítica, eso es bueno.
Pasamos sobre el puente y lancé a volar las hojas ¡Au revoir! les dije. El taxista me miró por el espejito y siguió manejando.

viernes, 15 de junio de 2007

La Confesión * (Cuento) - Mediados de 2004... tanto ya? :(


* Un cuento con ínfulas Lovecraftianas

Por Cristian Ponce.

No es una historia para niños ni hombres de corazones frágiles la que fue contada en aquel confesionario por el Padre Dolino a su mentor, el Padre Lamotte, ni bien amanecía el año de 1954. Tras un largo viaje de regreso, el joven cura Abelardo Dolino estaba de nuevo en casa. El templo de Nuestra Señora María de las Buenas Intenciones se encontraba en Capital, en Adolfo Alsina 2556, a pocas cuadras del Congreso de la Nación. Abelardo había crecido en Balvanera, y ahora se sentía feliz de estar de vuelta. O quizás solo se sentía bien de no estar en Aileno, donde había pasado la mayor parte del último año. Allí había predicado hasta hacía unos meses, antes de su desaparición voluntaria, como ahora podían saber en la Santa Sede.

Aileno era, porque ya no existe (aunque su desaparición definitiva nada tiene que ver con los eventos aquí narrados), una pequeña población de petroleros en Chubut. Casi un campamento que había crecido un poco mas de lo esperado. Sus habitantes, como se repetirá al menos un par de veces antes de acabado el relato, eran gente sumamente "precaria".

Tras la desaparición de Abelardo Dolino fue enviado un nuevo cura, quien allí solo oyó palabras a favor para con el desaparecido religioso. En Comodoro Aileno, tal era el nombre completo del asentamiento, aseguraban que el padre Dolino les había salvado de un mal inmenso, que los había limpiado. Mas nunca dieron mayor detalle con respecto al mencionado mal. Aun durante la pesquisa sobre la desaparición del cura, algunos confiaban que quizás había sido llevado a los cielos en la misma carroza que Elías por el Señor tras su trabajo en la Tierra.

Pero no. Abelardo Dolino había vagado por el sur de Argentina durante algunos meses hasta que "cayó" como del cielo en una pequeña congregación Protestante en Allen. Fueron éstos quienes lo ayudaron a volver a Capital, no sin recomendaciones de cuidado, para quienes lo recibieran, acerca de su salud mental.

Y ahora acababa de entrar a confesarse con el hombre que había sido su Guía en el Seminario. Y había mucho que decir. Comenzó como una confesión cualquiera, pero acabaría como muy pocas. Con una absolución imposible de concebir para cualquier hombre.

- Padre, he pecado - dijo Dolino, y fue casi lo primero que se le oyó decir en siete meses.

- Te oigo yo, querido hijo, y te oye el Señor - dijo Lamotte.

- Padre, soy el responsable de la muerte de 30 niños inocentes, todos menores de cinco años, en Comodoro Aileno, en Chubut - confesó Dolino. Lamotte bien sabía donde estaba Aileno, porque lo había visitado regularmente entre 1950 y 1952.

Como usted sabe, fui enviado a hacerme cargo de la iglesia de Aileno, un pueblo que no pasa de los 700 o 800 habitantes. Gente sencilla, sin cultura, "precaria", si entiende lo que quiero decir. Prediqué durante casi un año allí, y en ese tiempo me gané la confianza y el respeto de todos. Los domingos el templo estaba repleto, y puedo asegurar que solo faltaba una persona cada semana. Esa persona era Elizabeth Norvell, la única partera en Aileno. Ella no iba a la iglesia jamás, e incluso estoy seguro de que aconsejó a algunas mujeres de no hacerlo tampoco luego del tercer mes de embarazo. Y su persuasión era tal, que éstas efectivamente se descomponían en plena ceremonia. Norvell ni siquiera me saludaba al cruzarnos en la calle como todo el resto. Le digo que me odiaba, lisa y llanamente. Y mi primer pecado mortal en Aileno fue odiarla también.

La visité un par de veces en su casa, o en las casas donde se encontraba ayudando en los días previos a los partos, y jamás tuve una respuesta afirmativa de ella.

- El nuevo Padre de Aileno, Damián Karras, dijo haber tenido que atender un parto hace un mes. Nadie nunca mencionó a una partera - Dijo Lamotte.

- Ni van a hacerlo, como tampoco van a enseñar de nuevo las fotografías de sus niños más pequeños, porque ella murió con ellos en manos de la gente de Aileno. Aun así, fueron sus manos pero solo mi pecado.

En Aileno no hay casa para el cura, solo un pequeño cuartito detrás del templo, y para cuando llegué al lugar aún estaba siendo refaccionado. Los arreglos se habían retrasado un par de meses. Mi arribo al lugar, quizás lo recuerde, fue a principios de invierno, y en aquel rincón del mundo el clima es en sumo inclemente. Por eso se suponía que viviese ese tiempo, acabó siendo casi un año, en casa de la familia Aileno. Digamos, la familia que había fundado el lugar e hija del Comodoro. Rosa, la señora de casa, estaba pronta a ser madre por cuarta vez.

Como ya he sugerido, en Aileno - así como en muchas otros partes - se acostumbra a vivir las últimas semanas del embarazo con la partera en casa. Especialmente en invierno, cuando un camino cubierto de nieve puede significar la muerte del niño y su madre. Así que, de pronto, me encontré conviviendo con mi única enemiga en el pueblo. A ella tampoco le gustaba. Y esos días no fueron fáciles Padre, porque yo odiaba a esa bruja, y hoy la odio aún mas por lo que me empujó a hacer.

Ocurrió por fin que llegó la noche del parto, en mi décimo y último mes en Aileno. Había yo caído enfermo hacía unos días, de gripe, y no me sentía para nada bien. Pero era domingo, y la fecha para el bautismo de un niño, por lo que no pude quedarme en cama recuperándome. Tras la ceremonia hubo una fiesta muy grande, y todo el pueblo estaba ahí, incluso casi toda la familia Aileno. En casa estaban solo Rosa y la Partera. Y en la fiesta hubo mucho vino, del que hacían allí, y debo confesar que siempre he sido parcial hacia ese tipo de bebidas. Había mucho vino.

Supuse que la fiesta se alargaría hasta muy tarde. Eran gente muy precaria, Padre, incluso en sus modos de celebrar, si entiende lo que quiero decir. Acabé marchándome con un dolor de cabeza que preferí atribuir a la fiebre y no al alcohol.

En casa de los Aileno sabían de mi salud delicada, así que me habían dejado preparada un botella de ron para calentarme cuando llegara de afuera. Así que bebí una o cuatro copas, y después fui a dormir.

En ese momento, segundos después de que me acostara, es cuando considero que comenzó realmente todo el asunto. La pesadilla. Desperté empapado en sudor oyendo un llanto que pretendía ser infantil , pero que sonaba pervertido y degenerado. Eso se me colaba por los oídos y asesinaba mi alma cristiana. Me puse de pie casi flotando. Todo me daba vueltas. Creo que la fiebre comenzaba a subirme de nuevo. Me sentía arder, como si el averno se encontrase encerrado en mi cuerpo pecador.

Vi a la partera con el niño de los Aileno en brazos. Y luego ocurrió. Porque la partera lo cambió por otro niño que traía en su enorme bolso de ropa. Ese era el niño que oí llorar de modo tan ominoso.

Los bebés no me parecen particularmente bellos, no es mi asunto, pero junto a la otra criatura el niño de los Aileno, el verdadero hijo de Rosa, se veía radiante. Como nuestro señor en Belén. El otro, por supuesto, se parecía mas a una comadreja o un perro que a un niño.

Y entonces salió la Partera de casa con el hijo de Rosa y Alberto Aileno en su bolso, donde había traído al usurpador infausto. Subió a su caballo y se marchó rumbo al monte. Y yo la perseguí como pude, a pie.

Al término de una hora encontré al caballo de Norvell, la Partera, junto a una cueva abierta en el suelo. Alrededor de la entrada no había nieve. De dentro llegaba una delicada caricia caliente, así como una suave música. Seguí el sonido y entré en la cueva. Adentro estaba la Partera cargando al bebé Aileno, frente a ambos había alguien más. Era "algo" que estaba muy anciano, casi a punto de morirse. No puedo decir que fuese un hombre o un animal. No podía decir que fuese nada, y aun así en mi corazón católico supe bien qué era. Y entonces deduje todo el asunto. Porque recordé que los niños de Aileno eran particularmente feos, en especial los que habían nacido desde cuando, según entendía, había llegado Norvell al pueblo. Los más pequeñitos se veían mas como topos, comadrejas y gatos que como hijos del Señor.

Y eso que estaba en la cueva había estado desde el principio de todo, si entiende a lo que me refiero, pero ahora estaba muriéndose, y llegaba el tiempo de elegir un sucesor. Y Aileno, según entendí entonces, era una incubadora de sucesores energúmenos regenteada por Elizabeth Norvell.

No conocía a quien había antecedido a Norvell en la labor de Partera, pero confiaba en que la maldición no se extendiese a más de cinco años en el pasado.

Sin que me vieran, salí de la cueva y monté al caballo de la bruja, y volví a casa de los Aileno. Entonces creí haberme tropezado al entrar, porque me descubrí de pronto caído al suelo junto a la puerta de mi cuarto. Como sea debí haberme quitado el saco al entrar porque de nuevo me hallaba en ropa interior.

Entendí que no había tiempo para pensar en esas cosas, porque la cría de "eso" que estaba en la cueva seguía respirando junto a Rosa Aileno en la habitación principal de la casa.

La noche era tan oscura afuera que me asfixiaba el alma. Fui al cuarto del señor y la señora Aileno, tomé al pequeño monstruo en brazos...

Por primera vez desde comenzada la confesión el Padre Dolino se detuvo.

- Y entonces lo ahogué - dijo por fin - en un fuentón que había utilizado la partera para higienizar el parto.

Sentía el mal como un cáncer creciendo en Aileno. Así que me vestí y salí afuera. Allí ya no estaba el caballo de la bruja, y en mi mente creí que quizás incluso se había transformado en alimañas que acabarían correteando por ahí. Así que monté una yegua de casa y volví al pueblo, que en su mayor concentración se hallaba quizás a kilómetro y medio de casa de los Aileno. Y como esperaba, los encontré a todos aún en la fiesta. Y les expliqué lo que había visto. Y me creyeron.

Confiaban en mí, no sé si he sido tan claro como debiera con respecto a eso. Y amaban a sus hijos, claro, pero amaban más a Cristo. Esa misma noche cazamos a la partera en su casa, y luego a los niños. Y hubo algunas personas en Aileno que no quisieron creer lo que yo había dicho, y huyeron con algunos niños al campo. A ellos también los cazamos, a caballo y con escopetas, y los clavamos a la tierra. Y los empalamos a todos, para que sus almas pudiesen desprenderse de sus cuerpos de pecadores. Todos los cazadores confiaban en que a través de mí había actuado la Palabra Divina.

Mi salud empeoró luego de esa noche y estuve en cama con fiebre muy alta durante al menos una semana. Y vi cosas peores de las que había visto, pero no mas que las que estaban ocurriendo realmente afuera. Porque en esos días la gente de Aileno se ocupó de quemar los cuerpos de los niños frente a la iglesia.

Y cuando por fín desperté se había ido la fiebre, y me sentía curado. Y entonces recordé los eventos de aquella noche, y preferí haber muerto.

Entendí que había alucinado por el vino y la fiebre. Nada en mi historia tenía sentido. Entendí que había despertado caído junto a mi cama cuando el parto había pasado y Elizabeth Norvell se había ido a su casa. Y simplemente había matado a un niño, que era horrible, pero no mas que sus padres o cualquier pobre desgraciado de los que vivían en Aileno. Miré afuera y vi el humo oscuro que llegaba desde el centro de Aileno y entendí que nadie iba a poder salvar mi alma. Ellos habían confiado en mí, porque yo traía la palabra. Y entonces me fui, antes de que nadie lo notara. Y fui sin rumbo durante mucho tiempo, Padre, hasta que el Señor decidió que debía volver aquí para recibir mi pena.

El Padre Lamotte tardó unos segundos en volver a hablar.

- Conozco a la gente de Aileno y son, sin duda, gente muy precaria. Has pecado hijo y tu pecado ha sido muy grave, pero el Señor te perdona porque no sabías lo que hacías. Ego te absolvo. En nomini Patris et Filii et Spiritu Sancti. Amen.

Estás perdonado, pero has de vivir recluido desde ahora, lejos del sur que volvió insana tu mente, en el norte cálido donde puedas tener de nuevo claridad y calma - dijo Lamotte.

Y entonces Abelardo Dolino dejó el confesionario y se marchó de Buenos Aires. Y vivió solo dos años mas, en Misiones, donde murió al ser picado por un par de víboras, que según aseguró moribundo: había visto copulando. Y eso fue todo sobre el Padre Dolino.

Al marcharse Dolino del confesionario, Lamotte se quedó unos segundos en silencio esperando que el Obispo hablase. Este había oído toda la historia desde el otro ala del confesionario.

- ¿Cree que debiéramos decirle la verdad, que no alucinó?. ¿Que lo que hizo fue lo que debía hacerse y que no fue el único en hacerlo? - preguntó el Obispo, quien ya había oído historias parecidas a la de Dolino desde 1930.

- Para nada, Señor. El cree que va a volverse loco, nada más. Y usted lo sabe tan bien como yo, que dentro de poco tiempo, quizás en 50 años, la cordura va a importar muy poco.

Lamotte dejó el confesionario y dio misa a las 18 horas, como todos los días. Y eso fue todo sobre él, y sobre esta historia.-

http://www.ciudaddearena.org/022-ponce-laconfesion.html

Vote por Aguirre (Cuento) - Fines de 2004


Por Cristian Ponce.

Aguirre se elevó flotando entre las nubes hacia las estrellas...
Luego de que cayó la bomba y mató a Dios hubo en el Universo un gran conflicto de poderes. Al principio se creó una “Junta Celeste”, formada por los ángeles mas hermosos del paraíso. Por desgracia eran solo eso, hermosos, y el Universo se les fue a pique ni bien iniciada su gestión. Entonces se buscó a los Dioses Antiguos, para que alguno reclamase el trono que ahora estaba vacío. Pero los que aún no se habían extinto con el fuego de sus propias religiones, estaban escondidos en las gritas mas profundas de la tierra.

Un poco mas de prisa, antes de que aquel otro se presentara (con cola y todo), alguien creyó que sería buena idea darle el control a los humanos, autodenominados “La Obra Póstuma de Dios”. Sino los mas sabios y justos, los humanos fueron rápidos y aceptaron el reto sin dudarlo. Así fue como se llevó a cabo la 1º Elección Internacional de Dios. Hubo cuatro candidatos: El estadounidense Taylor, el Checo Korcovcha, y los argentinos Linares y Aguirre.

La campaña se llevaría a cabo durante los dos meses previos al comicio. Para la misma, la gente del Vaticano le entregó a cada candidato uno de los pedazos de Dios que aún tenía algo de poder y que guardaban en el mismo cuartito que al Sudario de Turín y dos de los tres clavos de la cruz (el tercero se lo vendieron a la Disney para su nueva atracción en Florida: “Mel Gibson’s The Pasión Of The Christ: The Ride”). A Aguirre le tocó un pedacito de nariz que tenía el don de dar vida y conocer el resultado de los campeonatos europeos de fútbol.

Claro que cada candidato abundaba en promesas electorales y tenía un plan de gobierno mas o menos armado, pero como siempre pasa, todos tenían su caballito de batalla. Taylor pregonaba sobre la igualdad de los hombres, y prometía que no habría distinción de razas si él era elegido Dios... serían todos blancos. En las encuestas iba bien pero tenía una gran contra: los que ya eran blancos. Durante los dos meses de la campaña Taylor no paró de recorrer el mundo transformando chinos, negros y saudíes en blancos. Sus detractores insistieron, aun mucho tiempo después, en que se trataba siempre del mismo pobre desgraciado que acompañaba a Taylor (posiblemente fuera un cuñado) y que ya ni recordaba de que coloro había sido su piel al nacer. El Checo Korcovcha no pretendió engañar a nadie (mas allá de la gente del Vaticano). Una vez que tuvo sus poderes se ocupó de manipular la ascendencia de su familia con el propósito de volverse heredero de amplias regiones petroleras en todo el mundo. También quitó la noche durante algunas semanas y tiñó definitivamente el cielo de color esmeralda. Linares, que había nacido en Santa Fe y tenía por nombre Marcel, anunciaba que, de ser Dios él, quitaría cuatro de los siete pecados capitales, entre ellos la Lujuria y la Pereza. También creó el Cochorbo Peruano, una especie de pera que al exprimirla daba cerveza Premium. Finalmente, Aguirre creó al Güíchibo, una mezcla entre conejo y pato muy bonita, cuyo graznido era el sonido mas dulce del planeta. Su excremente, vale agregar, era el combustible mas poderos del Universo (Korcovcha odiaba a los Güíchibos). Aguirre también prometió que ya nadie iba a morir nunca.

Veinticuatro horas antes de los comicios comenzó la veda, y los cuatro candidatos se quedaron sin poderes y volvieron a ser solo gente. Korcovcha aprovechó para bajarse y disfrutar de sus millones, y no sorprendió a nadie porque lo suyo ya era muy evidente: ahora se llamaba Amir Ben Abraham y era dueño de medio Oriente Medio. Taylor fue asesinado por una horda de skinheads preocupados por no tener a quien odiar. Y al final solo quedaron los dos argentinos, Linares y Aguirre.
Las elecciones se llevaron a cabo en domingo. Había urnas en cada iglesia, sinagoga y cine/boliche devenido en templo del mundo. Solo un 20% del electorado fue a votar, y de estos solo un 3% eran humanos. Argentinos, directamente, no hubieron. Ya les parecía suficiente tener copada la elección. Ganase quien ganase, ganaba Argentina. ¿Quién quería ser primer mundo se podía ser Paraíso?. El uno a uno definitivo: un argentino / un alma que va al cielo. Además, ese día jugaba Boca la final del nuevo “Pepsi Apocalyptic Cup”. El otro equipo era de Brasil.

Por el contrario, los mas interesado en ir a las urnas fueron los profeteas/punteros. Habían recorrido los 30 países con televisión mejor vista del mundo, anunciando presagios sobre lo bien o mal que le iría al mundo con tal o cual candidato.

A las 18 en punto se vio como una estela de humo celeste surgía de la Plaza de San Pedro en el Vaticano... el último asado católico de la era cristiana. Cinco minutos después se anunció por CNN que Aguirre había ganado por un 70%. El Güíchibo no podía ser más popular. Linares se retiró callado y fundó una religión sobre sí mismo solo para sentirse mejor. Tuvo cientos de seguidores libertinos detrás suyo, pero no fue Dios.

Guerras civiles en toda Europa, genocidio en Asia, volcanes hambrientos en Centroamérica. La Luna se estaba rajando por la mitad. El Universo clamaba por Linares. Asumió de inmediato.

Habíamos hablado de los motivos secretos del Checo Korcovcha para ser Dios. Podemos decir que Taylor odiaba ser 1/70 descendiente de japoneses y aún tener rasgados los ojos (durante todo el High School lo habían llamado el “fucking Chinesse Taylor”). Lo de Linares era mas sencillo, simplemente era perezoso y lujurioso y quería sentirse bien con ello. Pero casi nadie supo nunca el motivo oculto de Aguirre para ser Dios, quizás solo ella.

Era la Señorita A, el amor de toda su vida como mortal y la que llevaría como inmortal (o hasta ahí). La razón por la que quiso transformarse en la fuerza mas poderosa de todas, la inteligencia superior por sobre todas las otras, era una mujer.

La Señorita A amaba los atardeceres, así que Aguirre le regaló tres meses de puro ocaso. Pero el sol por la mitad aquel acabó por aburrirla y comenzó a preferir las mañanas.

La Señorita A amaba el clima cálido porque se veía mejor (ella) que cuando hacía fría. Así que Aguirre eliminó el otoño y el invierno. Apenas caían las primeras hojas, otras mas jóvenes aparecían detrás casi empujándolas. Los pájaros, que también habían votado, hicieron presente su queja por tener que volverse a mitad de viaje cada vez que creían que cambiaba la estación. Pero la Señorita A se vio siempre hermosa, y su belleza acabó por volverse algo bastante corriente, y ya no oyó sus queridos “que linda que estás hoy”.

Finalmente, la Señorita A amaba las margaritas. Aguirre, que sabía por de música “Blue Grass” pero menos de flores, llenó el planeta de hermosos claveles. Ella ni siquiera se dio cuenta.

Por todos estos medios trató el Dios debutante de conquistarla. Pero Aguirre no tuvo en cuenta algo muy importante. Y es que no era que ella no lo amase, sino que era atea.

Con el corazón roto, Aguirre manifestó su pena en forma de tormentas y plagas en todo Europa durante tres semanas. Se retiró a su despacho y ahí se quedó durante algunos años.

Tanta atención había dedicado Aguirre a su “única”, que dejó sin cuidado algunas cuestiones un poco mas importantes. Es increíble la cantidad de gente que se muere por día, y ni hablar de los que nacen. Así que pronto se volvió un problema para Aguirre conseguir recursos de vida para evitar la muerte, como había prometido durante la campaña. Es bastante sencillo en realidad, hay en el Universo cierta cantidad de vida, para dársela (o mejor dicho, para no quitársela) a unos había que tomarla de otros. Aguirre comenzó tomando la energía de los animales en extinción (Total nadie iba a extrañar mas a un koala que a una esposa muerta). Luego siguió con el resto, y hasta le sacó vida a las piedras. Al final, tras quemarse el último árbol, solo quedaba gente (muchísima gente) y Güíchibos.

La humanidad comenzó a impacientarse, querían soluciones a sus problemas de dinero, salud y amor ¡y querían árboles, por Dios Santo! Que para algo lo habían votado. Aguirre no quiso oír, y acalló los reclamos con una tormenta de arena para todo occidente. Casi en silencio comenzaron los rumores de una nueva bomba. “Ya matamos a uno” se transformó en el Best-Seller del año. Se supone que era solo una novela de ciencia ficción.

El 7 de octubre del año 8 Aguirre amaneció de muy buen humor. Era su cumpleaños. Pensó que podría por fin olvidar a la Señorita A y no volver a pensar en ella. Carambas, que era Dios y tenía un Universo del que hacerse cargo. Iba a empezar por crear algunos animales nuevos (de los que no mordieran), después solucionaría el problema de la gente que quería morirse y no podía (había suicidas frustrados chorreando sangre de sus muñecas desde hacía años. Y nadie los invitaba a los cumpleaños), y le podría un poco de onda a los Güíchibos, que últimamente andaban medio caídos y desplumados.

Aguirre salió al patio de su chalet en el Paraíso y miró por encima de la ligustrina de nubes. La bomba “Alfa y Omega II” se acercaba a upa de un proyectil a un millón de kilómetros por hora.

Otro solo se encendió sobre el Dios vencido, y Aguirre comenzó a caer y caer. Despertó.

Todavía era temprano, faltaba un par de horas para ir al municipio. Aguirre, el hombre fuerte de Aileno volvió a dormir.

Afuera, un Güíchivo se posó en una rama y cantó.-

Tribulando (Cuento Cortito) - Abril de 2005


Por Cristian Ponce.

Estabamos parados con Fabio frente a la puerta de casa. Todo el mundo miraba desde la vereda a los "Santos" y a los que que habian sido "Santos", y habian muerto, y ahora estaban mejor que nosotros caminando por la calle. Se iban, claro. Todos destellando esa tenue lucesita maricona.

Y al resto?! Los 7 putos años de Tribulación! Eso me saco por hacerme el loco rebelde y llamarme ateo... si yo creía en Dios cuando empecé a decir que no!... pasa que me gustaba una chica, y bueh.

Pero está bien, me la aguanto. La mayoría de la gente que conozco se queda tambien. No era TAN facil ser "Santo" y poder irte al Cielo antes de que todo se vuelva un espanto (todavía peor del que ya es) sobre la Tierra. Y la gente que se iba lo merecía. Temprano a la mañana vi a los de Crónica (Que se quedaban) intentando hacerle una nota a Julian Weich (Que se iba), pero el tipo andaba nomas sonriente en su propio mundo, caminando por la 9 de Julio como yendo a La Plata. Hacia allá iba la gente de Capital, los menos. Pero había unos cuantos que seguian la misma dirección en casi cada ciudad del mundo. Santos había donde los busques, pero pocos.
E insisto, estaba bien sino iba con ellos, al menos era justo. Y entonces la vi... ¡Hija de Puta!.

Caminando como si fuese la De Arco o alguien que alguna vez hiso bien en su vida, iba una ex: Juana. Fabio me miró y se dió cuenta. ¡Claro, si me cagó hasta con él! la muy perra se me hiso la dificil durante 6 meses, y después se dedico a ser fácil con todo el resto. Quizás Dios me deja aca atado porque los cuernos a la distancia lo confundieron o algo.

Fabio no alcanzó a detenerme que ya estaba metido entre medio de todos los "Santos" (Si ella estaba ahí ya podía desconfiar de cualquiera).

"Ey!" le grité y se dió vuelta, aunque conservando el halito mugriento ese que tenian todos.

"Me cagaste con Juan, con Ernesto, con dos de mis tres hermanos! con Nahuél, con Pedro y Rubén... con Cinthia me cagaste! y ahora te vas al cielo?! Eh?! EH?!".
Un tipo alto y de espalda hancha (debia tenerla para alvergar esas dos alas enormes) se acerco y la tomó de los hombros, mirandome a mi le preguntó a ella "Todo bien, amor?".

Ok, ya entendí. Me quedo tribulando, al menos tambien se queda Fabio tambien. En 7 años nos vemos y me contas.

Volví a pararme donde estaba con Fabio, él ya se había metido a la casa para ver un poco de tele. Cuando todos los santitos se marcharon medio que se quiso nublar y chispeó un rato... sangre, obvio. Ok, ahí vamos.

"El joven que amaba a Spider-Man" (Video) - Junio 2007


"Spider-Man", también conocido en el under (Uhm?!) como "El joven que amaba a Spider-Man", 2do corto del año con el grupo de Realización.
Este no se explica... solo se explican los que estoy seguro de que se entienden sin explicación... de cocorito nomás...
Igual, rompe culos de lo bueno que está.
El que actúa soy yo :p



"Spider-Man"
Realizado por
Hernán Biasotti
Matías Fabro
Juan Felice Astorga
Cristian Ponce
y Pedro Saieg.

Y para la descarga y disfrute familiar...
http://rapidshare.com/files/37421609/Spider-Man_re_que_no.wmv

Te amo, werita... (Video) - Junio 2007



Acá hay, mediante de mi faceta de editor chongo, la intro de un video loco sobre grabaciones del cumpleaños de mi novia... Si, el cumple de mi mujercita... y?!
Compaginado con música de los Ramones, y con toda la belleza de la werita a flor de piel, y de bits.

ART ATTACK! (Video) - Mayo 2007

Año nuevo (2do en Cine en Bellas Artes), Grupo Nuevo, y cortos que, mal que mal, se entienden!
Acá, la primer experiencia con el grupo nuevo. Un tipo victima de sus propias manías acaba siendo... víctima de sus propias manías...! El que actúa es Pedro, el mismo de "...y Pedro Saieg".



Sín Título
Realizado por
Hernán Biasotti
Matías Fabro
Juan Felice Astorga
Cristian Ponce
y Pedro Saieg.

SCOUTING (Video) - Noviembre 2006

Hete aquí lo único que me gusta de entre lo que hice en 1er Año de Cine en La Plata... y eso que hice mas cosas, eh.
Un minicorto (Ni siquiera cuenta como videominuto, ni con títulos!) de zombies y maleza...?!
Una aproximación al terror (lo mas cerca que estuve por ahora, lamentablemente) con música afanada de Hills Have Eyes (La mejor película del año pasado) y maquillaje que solo con la muerte confesaría que se compone de kero y colorante... !



SCOUTING
Realizado por
Cardinali Sebastian
Ferreyra Patricia
De La Fuente Gonzalo
Portal Mariela
Ponce Cristian

La Plata Tiene Miedo... declaración de principios sobre el miedo.

Si La Plata tiene miedo, que sea por mi culpa.Me llamo Cristian Ponce y me gusta escribir. Y de entre lo que me gusta escribir, lo que mas me tira es lo que tiene que ver con el miedo. El miedo que es mío, y que creo que puede ser de los otros también. Y es que la gente que dice que sabe ya lo ha explicado muchas veces, que el miedo es uno solo y nos asusta a todos por igual. Aparentemente la cosa está en el morirse, en las pocas ganas que nos da experimentar al respecto. Al menos si el experimento o tiene vuelta atrás, claro.Muertes violentas en manos de enguantados o calidas y sensuales... en manos de enguantados, cualquiera de ellas, y las que no se me ocurren ahora, siempre nos dan miedo. Y mas aún que, sea lo que sea, no podamos controlarlo.Estudio Cine en la ciudad de La Plata y mi mayor anhelo es hacer que se caguen en las patas. Y estoy en eso, con un par de ideas inconcretables, unas bien inventadas sin concreción posible, una que saldría una fortuna, algún otro par mas realistas y una que con suerte se nos hace realidad en breve y después me cuentan.Si La Plata tiene miedo, que sea por mi culpa... oh, si.