sábado, 16 de junio de 2007

Los Martes (Cuento) - Enero de 2005



Por Cristian Ponce.-

¡Crack!

- ... por aquí, adelante.
- Está seguro? parece muy estrecho... y creo que aún hay alguien ahí dentro.
- Siempre da un poquito de cosa meterse por esos lados, pero pase con confianza. Y por el otro no se preocupe, creo que murió anoche.
- Hm, se siente bien...

Miércoles.

Hoy desperté decidido a "relanzarme", como hacen las editoriales de cómics con sus continuos #1's. Nuevo diseño, nuevos personajes y aventuras.
Junté los proyectos atrasados que rondaban por toda la casa, varios cuentos sin acabar (todos los cuentos estaban sin acabar, y eran varios, eso quise decir). Los ojeé un poco. Apenas. Ninguno sonaba a mío, ninguno olía a mío. Nada que yo fuese a escribir. Arrugué las hojas de papel que los mantenían vivos y todos juntos fueron a parar al tacho. Una bolsa de supermercado llena de pelotas de papel mecanografiadas que fingían prosa de calidad, y la fingían mal.
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Jueves.

Hoy comencé a escribir un cuento nuevo. Una vez me hube despojado de aquellos frustrantes trabajos a medio hacer pude sentirme libre de crear lo que quisiera. Jamás acabo nada, pero esta vez me siento distinto, ya lo dije. Repito, ayer fue un gran día.
Definitivamente fue empezar de nuevo. Pienso en los días pasados, en los últimos 7, 14, 21 días. No puedo creer que a veces me comporte de esa forma. Como un paja, quiero decir. Pero ahora todo está en funcionamiento otra vez, la vieja maquina literaria está engrasada y lista para trabajar de nuevo. ¿Quien sabe? Quizás hasta pueda mandarlo a algún lado, podría volver a escribir a tiempo completo y dejar este trabajo apestoso que tengo.
Los premios. Eso fue hace mucho, aún era yo todo el tiempo... sea lo que sea que eso significa, algo tan intangible como una incómoda sensación de escosor delante de la nuca.

...

Anoche, encontré una hoja de papel que no había arrojado al tacho. Decía "Los martes". Es un buen título, supongo. Debajo de él comencé a escribir mi nueva historia. Se siente bien estar de nuevo en camino.

Viernes.

Continúo con mi proceso de renovación definitiva. Ya me cae peor el que fui, bastante mas. Desde el mismo miércoles que ella no para de llamar, solo que ahora ya no contesto. ¡Nuevos personajes dije! ¿tengo que gritarlo todo para que esté claro?.
Fuera del trabajo (que siempre se me antoja insoportable), el día de hoy se destacó por dos cosas. La primera y mas importante es que seguí escribiendo a muy buen ritmo (ok, el ritmo que puedo lograr en las dos horas que me quedan para "esparcirme" al volver de trabajar y antes de la cena). Creo que es algo bueno. Estoy escribiendo como de pendejo, cuando me gustaba escribir. Antes de que todo tuviera que significar algo. Escribir lo que te saliera, y siempre era algo bueno.
La otra cosa es que conocí a alguien. Finalmente los "lectores" están comprando mis nuevos cómics. Pasé los primeros números de introducción y ya estamos listos para la remesa sentimental. Mientras el teléfono con sabor a aquella otra comienza a sonar menos.

...

Encontré un cuento. Muy viejo. La letra es mía, de hace unos años, pero no recuerdo haberlo escrito. Estuve a punto de tirarlo a la basura, pero me detuve. Y es que hay algo un poco extraño al respecto, se llama "Los martes". También.

Sábado.

Leí "Los Martes" de principio a fin, unas seis veces. No parece mío. La historia es muy trillada, escrita en primera persona. ¡Yo no escribo tan mal! Y nunca en primera persona, solo los diarios. No llega a inquietarme, es mas, pienso que quizás lo escribí en la secundaria o durante mi intento universitario, y entonces hacía muchos tipos de cosas de las que preferí olvidarme. Lo extraño es que haya “sobrevivido” hasta hoy. Generalmente tiro todo a media semana. Todo.
Ahora pienso que mi "relanzamiento", igual que en los cómics (una vez mas), pasa casi demasiado. Pero siempre vuelvo a la numeración original. Al fracaso, a las historias chatas. A las mismas aventuras insípidas en la cola para pagar las compras o la carrera al kiosco el fin de semana para ver qué hay de nuevo. Pensé que esta vez sería distinto. Me sentía fuerte y nuevo realmente. Tan solo me estoy repitiendo.

...

Quizás algo es distinto. El cuento, es muy bueno. No recuerdo haber mantenido la atención en algo durante tanto tiempo. Además, bueno, hoy volví a verla. A ella.
Hoy hablamos. Fue bueno encontrarla en el video porque resultó fácil comenzar a hablarle y quedarme con algo mas que esa sonrisa (Que de todas formas me alcanzaba para dos o tres vidas). Resultó que es medio prima de un compañero de trabajo, lo que en realidad no es nada. Cambiamos números de teléfono para intercambiar las películas mañana. Me siento con suerte... o por lo menos voy a ver dos videos al precio de uno.

Domingo.

Volví a leer "Los martes", el original, quizás 3 o 4 veces mas. ¿Porqué no lo recuerdo? No tengo buena memoria, nunca la tuve. A veces pienso que solo recuerdo lo esencial. El manual de instrucciones de como ser Yo. Lo mas incomodo es estar escribiendo ahora un cuento con el mismo nombre. Es distinto, claro, esto es mío, es mi cuento. El resto no lo era, por eso acabó donde acabó. No es sumamente extraño, claro, la hoja donde comencé a escribir el nuevo relato puede haber sobrevivido a mis crisis artísticas desde el mismo instante que el otro cuento. No es extraño sino sumamente irregular.
En mas de una ocasión “vacié” por completo mi casa. Todo a la basura. Insisto, es por completo fuera de lo común. Además está esa sensación en la parte baje de a cabeza, en algún lugar en medio. Abajo. La parte de delante de la nuca. No saldría hoy si no fuese porque voy a verla a ella.
La novia del otro, del que era y no pienso volver a ser, parece haberse cansado de llamar y llamar. Hoy, de hecho, pensé mucho en ella. No por que la extrañe, para nada. Es que no puedo recordar qué le vi, al principio. Se que ha sido así desde hace semanas, está en mi manual, pero es que simplemente no lo concibo, que yo hubiese amado a alguien asi. Y sí se supone que la amé, está en los registros, en toda la casa.
Es como con los cuentos, ella es tan mía como los cuentos que tiré a la basura el martes. .. el miércoles.

...

Cambiamos de películas. Finalmente ella salió ganando porque yo ya había visto las dos, pero me gustó que fuera así, que ganara ella. Nos encontramos a una cuadra del video, si alguno no llegaba cada uno devolvía lo suyo y listo. Pero sí estuvimos. Después dimos un paseo, hablamos de cine y de música. En realidad no tenemos mucho en común, pero fue agradable lo mismo. Al regreso había un mensaje de la novia del que fui, el último que escuché.

...

Lo entendí...

Lunes.

"Los martes", el cuento que escribí pero que no recuerdo haber escrito, trata sobre mi (al menos está escrito en 1º persona). Comienza como un pesado melodrama, algo suicida, algo que (debo decirlo) me resulta mas familiar que otras cosas mas recientes. Para el tipo este del cuento (para mi, supuestamente) todos los días son martes, y los martes apestan. Los martes es cuando la ve y no dice nada. Los martes es cuando va a clase sin nada escrito. Los martes es cuando llega mas tarde a almorzar y descubre a sus compañeros burlándose de como camina. El jorobadito, casi siempre encorvado, sin querer que lo vea ni Dios. Los martes es cuando quiere que pare, y pueda bajarse, y que otro siga en su lugar. Otro que tenga ganas de seguir.
El cuento es muy largo. Parece alguna especie de "cadáver exquisito", porque las voces y los estilos cambian cada dos o tres párrafos. A veces se vuelve un dramón insoportable, otras cobra un estilo mas irreverente y divertido. Parece algo que tomó trabajo escribir. La historia sigue justo después del ultimo martes (nunca mas los hay). Sin buscar su muerte ni mucho menos, el protagonista (Yo, de nuevo) tropieza bajando una pequeña escalerita en la calle y se desnuca. ¡El cordón de la calle a un millón de kilómetros en contramano y el cable de la tele que se desconecta justo a tiempo!.
"Los martes", en este punto, se vuelve mas extraño que cualquier otra cosa que recuerde haber escrito. Y aun así creo que quise escribir esta misma historia que hoy no recuerdo haber concebido muchas mas veces de lo que la leí entre ayer y hoy. Aparece algún tipo de ser, un ángel o algo. "Yo" no estoy muerto, no aun. Pero tampoco quiero volver allí dentro, a mi cuerpo desnucado. Y entonces el ángel propone el cambio. "Yo" me despido para siempre, y mi cuerpo se transforma en el bonus, en una yapa para gentes que quieran pasarla otra rato por estos lares. Eso si, “otro rato” significa exactamente una semana. Y no lo recuerdan, cada vez, pero acaban yendo al mismo sitio. Siempre. Es una especie de café, frente a donde me saqué el cuello, el del cuento. Es un lugar muy oscuro, con una luz blanca que ilumina la entrada. El suelo afuera esta lleno de bichos.
Evidentemente, el relevo a quien correspondió acabar de contar la historia tenía poco y nada de gracia porque la cerró muy mal. "Los martes" termina con un par de líneas que no merecen el mas mínimo de seriedad, pero son estas y no otras las que me convencieron (por lo distintas, por lo groseramente mediocres, por lo "no mías") de que todo el asunto era verdad.

...

De pronto en algún lado, escondido, el manual de como ser yo me enseñó la vista del dichoso punto de encuentro. Donde cada vez vuelve este cuerpo, con el tipo aburrido o quizás ya muerto adentro. Recuerdo a los otros, quizás a los últimos tres o cuatro, el cuerpo los recuerda, y uds saben que no tiene buena memoria. No hacían nada. Se suponía que era escritores (frustrados pero escritores), es lo que decía que era su hobby en el manual sobre como ser yo. Nada.
Pero esta vez, digamos, caí bien. Me gusta esto. Se que quizás antes, quien fui verdaderamente, nunca tocó un libro. Pero ahora estoy acabando este cuento, el otro, que también se llama "Los martes", y que creo que es muy bueno. Y creo también que es algo para mí, para el que fue, para los que fueron y para el que será (quizás) pasado mañana.

Martes.

Quemé el "Los martes" original. Ya había entendido el mensaje. También le cambié el nombre al mío. "Los martes" me pareció un rótulo bastante espantoso, y como no había necesidad, preferí cambiarlo por "El Bostezo".
Por lo general, hacia este momento de la semana me veo muy mal. Los que estaban antes que yo, según entiendo, nunca llegaron con tan buen espíritu. Yo si, tengo mi cuento, aunque me preocupa no alcanzar a terminarlo antes de la noche. No se cuando se produzca el cambió, imagino que a medianoche o algo por el estilo. El cine y los cuentos no mienten. Esta noche, en unas horas, la serie será cancelada. Para mañana anuncian el relanzamiento ¡Espectacular #1!¡Coleccionable, ya a la venta!.
Pensé en si valía la pena hacer otra cosa que esperar. ¿Porqué quiero seguir en caso quererlo? Digamos que nada me retiene demasiado. No creo que extrañe a mis amigos, supongo que nunca tuve unos muy buenos. Lo de la chica de los videos es mas un capricho que un interés sincero, y quizás el que me siga prefiera volver con el espanto grosero que fue la novia del otro resto que estuvo antes de mi. Pero está el cuento ¡El cuento! Me preocupaba que quedase inconcluso, mi obra póstuma desde mas allá de la tumba. Tenía que terminarlo, ya no por nadie mas que por mi. Mi cuento.

...

Decidí ganar tiempo, escapar de un modo en que mi huida me permita, además, terminar de escribir "El bostezo". Hace un par de horas (ya son casi las nueve de la noche) tomé un colectivo. Ahora estoy lejos de casa y del dichoso punto de encuentro, supongo. El cuento está listo, pero necesito corregirlo, debe estar terminado. Como yo mando.

Miércoles.

Ya pasa de medianoche. El cuento está listo.

...

Cuando vi que el reloj seguía dando la hora después de las 12,10 y las 12,30 casi comienzo a reírme solo. Me detuvo ver a mi compañera de asiento finalmente dormida ¡Dios, como hablaba esa vieja! No sería yo el perpetrador de su vigilia.
Reconozco que todo el jueguito me puso nervioso, quizás hasta llegué a creérmelo un poco. Como sea, sirvió. Mi cuento está listo. Es miércoles y sigo con las mismas ganas. No habrá relanzamiento, seguiré con mi numeración original (El #517 creo, no?) y la frente bien alta. Volví a leer "El bostezo" una vez mas y le cambié el nombre de nuevo. Ahora es "Crónica de una semana", aunque lo mas probable es que mañana cambie una vez mas. Pero seré yo, por supuesto, quien lo cambié.
Ahora estoy cansando. Dormité un instante antes de que el colectivo parase en una estación de servicio. Algo sobre una goma baja, creo. Tuvimos que descender. Es extraño cómo el piso en las estaciones de servicio está siempre lleno de cascarudos ¿De donde salen?. Lo mejor es la atención, como todos te saludan cuan si te conocieran de siempre. Es el interior, siempre lo será, lo importante.

...

Parece que lo del colectivo da para largo. Termino mis anotaciones por hoy, el cuento no me dejó recursos gramaticales que me excusen de ser tan soso escribiendo. Es todo el buen diario que les dejo por hoy.
Comienza a entrar gente, parece que todo el colectivo se ha tele transportado dentro del barcito. Termino mi café y me voy a dormir.

Miércoles (otra vez)

El viento frío me despertó. El colectivo destartalado que tuvimos que tomar de regreso tenía fisuras por todas partes, pero fue un viaje agradable. Nunca llegué a destino, pero prefiero esto. De nuevo en casa. Darse un baño y a la cama. Hoy no voy a trabajar. Y si quieren que me echen.
En el taxi de regreso desde la estación ojee un par de cuentos. Nada que valga la pena. Otro miércoles de quema, pensé. Me molesta sonar tan pretencioso. No quiero que me lean y piensen que soy alguna clase de voz del mas allá. Lo ultimo que escribí (Aunque juraría que es de otro, alguien que se meaba en la cama de chico, por ejemplo) es definitivamente espantoso. "Crónica de una semana" ¡Já!, Qué título. Al menos tengo autocrítica, eso es bueno.
Pasamos sobre el puente y lancé a volar las hojas ¡Au revoir! les dije. El taxista me miró por el espejito y siguió manejando.

1 comentario:

Mos Blues dijo...

Ahora que sos famoso ya no te acordas de tus amigos ciberneticos. Siempre pasa lo mismo con los directores jovenes a los que les llega la fama demasiado tempranamente.

PD: Justo el otro dia estaba pensando en vos y queria escribirte, pero no encontraba tu mail. Por cierto mi mail es @arnet.com.ar el de ciudad lo chequeo muy de vez en cuando.

PD2: Ya tendras mas novedades mias.